Disfunción sexual

06.03.2011 17:30

 Por: Lic. Ezequiel Lòpez Peralta 

Psicólogo Especialista en Sexología Clínica. 
Mar del Plata.


¿ Qué es una disfunción sexual ? 

Existe una disfunción sexual cuando se alteran una o mas fases de la respuesta sexual humana: deseo, excitación, orgasmo o resolución, impidendo la realización normal del acto sexual de modo satisfactorio para sus actores.

En la fase de deseo se produce a partir de una fantasía sexual el interés, las ganas de llevar a cabo algún tipo de actividad relacionada con esa fantasía.

La fase de excitación es fundamentalmente vascular, ya que se congestiona la zona pelviana llenándose de sangre y produciendo la erección en el varón y la lubricación y dilatación vaginal en la mujer.

El orgasmo es la descarga de la tensión sexual que aumentaba progresivamente en la fase de excitación, y consiste en una serie de contracciones musculares coincidente con la expulsión de semen en el varón, junto con una sensación muy placentera y gratificante.

La fase de resolución consiste en el retorno al estado inicial de todas aquellas modificaciones que pudieron producirse en los órganos genitales y en el resto del cuerpo.

Según estadisticas serias, aproximadamente una de cada tres personas y una de cada dos parejas presenta algun tipo de disfunción sexual tomando como criterio los estandares acordados por la comunidad cientifica. Si bien la gravedad del trastorno varia en cada caso desde un grado leve hasta el grave, pasando por diversos matices, generalmente se produce algun tipo de dificultad en el individuo y en la pareja, que depende de diversos factores: el significado que se le da al trastorno, las interpretaciones que se tejen alrededor del mismo, el momento evolutivo de la pareja y el tipo de vinculo que se establece, la calidad de la comunicación, la estima del individuo, las expectativas de solución y fundamentalmente la información que se posea, entre otros factores.

Cada disfunción sexual puede ubicarse en una o más de las fases de la respuesta sexual humana señaladas anteriormente.

Cuando el trastorno se da en la fase de deseo nos encontramos con el DESEO SEXUAL INHIBIDO O HIPOACTIVO, tanto en el varon como en la mujer.

Un 60 por ciento de las parejas que consultan al especialista en sexualidad humana lo hacen por este tema. Este cuadro consiste en la disminución o ausencia de fantasías sexuales y de ganas de incolucrarse en algún tipo de actividad sexual.

En general se trata de personas que prácticamente no piensan en el sexo de modo placentero, evitan las relaciones sexuales no porque les produzca rechazo, sino simplemente por falta de ganas. En general el funcionamiento sexual es deficiente, tanto en lo que respecta a la fase de excitación como de orgasmo.

Las causas son complejas, y pueden involucrar factores físicos (enfermedades, uso de medicamentos, dolor), psicológicos (stress, depresión, preocupaciones, sexostato bajo, esquemas disfuncionales), vinculares (relaciones mal avenidas, discusiones, cortejo pobre, déficit en la comunicación, infidelidades), y sociales.

Cuando el trastorno se da en la fase de excitación se presenta la DISFUNCIÓN SEXUAL ERÉCTIL en el varon y la DISFUNCIÓN SEXUAL GENERAL (mal llamada frigidez) en la mujer.

En ambos casos, la insuficiente vasocongestión dificulta la función eréctil en el varón y la lubricación y dilatación vaginal en la mujer.

La disfunción eréctil es la incapacidad para lograr y/o mantener una erección suficiente para la penetración y una relación sexual completa. Si el problema se produce al menos en uno de cada cuatro intentos, y por un período mínimo de seis meses, se trata de una disfunción sexual.

Se trata de un trastorno que es más frecuente a partir de los 55 años, y afecta a millones de varones en todo el mundo. El trastorno de la excitación sexual en la mujer consiste en la dificultad para obtener una respuesta de excitación (trasudado/dilatación) suficiente para llevar adelante una relación sexual completa.

En general no es el motivo de consulta más frecuente de la mujer, y suele mejorar fácilmente con el uso de lubricantes (cremas y geles).

Las causas de estas disfunciones son fundamentalmente psicológicas (especialmente la ansiedad por el rendimiento y la autoobservación permanente del rendimiento sexual) y van aumentando con la edad las causas orgánicas (enfermedades, medicamentos, deterioro físico, etc.).

En la fase orgásmica tenemos en el varon EYACULACIÓN PRECOZ; EYACULACIÓN RETARDADA o ANEYACULACIÓN entre otros, y en la mujer ANORGASMIA o RETARDO ORGÁSMICO.

La eyaculación precoz es un problema que afecta a aproximadamente el 15% de los varones sexualmente activos. Si bién en algun momento se pudieron establecer criterios temporales que definían objetivamente lo que era una duración coital normal o anormal, hoy pensamos que un varón presenta esta disfunción cuando eyacula antes de lo que desea, es decir que no tiene un control voluntario del momento de su eyaculación. Por supuesto que esto debe ocurrir con regularidad.

En general, la eyaculación precoz no tiene una causalidad orgánica, sino que los factores principales que tienen que ver con su aparición son un exceso de ansiedad ante la realización del acto sexual, y un mál hábito (con ausencia de técnicas de control eyaculatorio) desarrollado durante años.

La eyaculación retardada es un cuadro raro en los varones, y es lo inverso a la eyaculación precoz: tampoco se puede controlar el momento de la eyaculación, pero en este caso el varón eyacula no antes sino bastante después de lo que desea. Lograr la eyaculación suele ser bastante trabajoso para estas personas.

La anorgasmia o retardo orgásmico en la mujer, es una de las consultas y preocupaciones más comunes en las mujeres y sus parejas. En este caso, la mujer tiene grande dificultades para alcanzar el orgasmo en sus relaciones sexuales, o directamente no puede hacerlo. Es importante que no se incluyen en esta categoría a las mujeres que no alcanzan el orgasmo con la estimulación coital pero sí por otros medios (manual, oral, uso de un masajeador eléctrico, etc.), lo cual es considerado absolutamente normal.

La mayoría de las mujeres que tienen este problema, no han aprendido a conocer sus puntos sensibles y la manera de estimularlos, habiendo tenido la mayoría una experiencia masturbatoria pobre. Además, la ansiedad por el rendimiento y la hipervigilancia de la propia respuesta sexual, completan el círculo y sostienen el problema.

Otros trastornos sexuales son el VAGINISMO y las FOBIAS SEXUALES. Los trastornos de la fase de resolución son raros y tienen que ver fundamentalmente con el DOLOR POSCOITO.