MASTURBACIÓN
Por DIANISELA REBOYRAS ARCHILLA, publicado en BuenaVIDA
Estás a punto de conocer las verdades sobre un tema que por años ha sido censurado, no sólo en los hogares puertorriqueños, sino en muchos otros países, ya sea por motivos religiosos, de ética, de valores u otros.
Pero la masturbación es un asunto que corresponde a todos. Desde si es o no beneficiosa para tu salud, hasta si te crecen vellos en las manos, aquí te aclararemos varias dudas.
Para ello, conversamos con la doctora Olga Andújar, presidenta de la Asociación Puertorriqueña de Educadores, Consejeros y Terapistas Sexuales. Pero recuerda que estamos hablando desde una perspectiva sexual, no desde un punto de vista moral. Y aunque la masturbación se da también en niños y mujeres, hoy nos concentramos en ti, varón.
BuenaVIDA (BV): ¿Cómo define el concepto de la masturbación?
Olga Andújar (OA): Lo que la gente conoce es que es la manipulación de los genitales para conseguir placer y satisfacción sexual. Y manipulación se refiere a la intervención de la mano durante el proceso. Pero hay personas que han logrado orgasmos sin la manipulación de los genitales. Por lo tanto, la definicón se ha extendido. Entonces, se conoce como cualquier tipo de autoestimulación que produzca placer y satisfacción sexual.
BV: Y, ¿cómo estas personas logran el clímax sin mediar intervención del área de los genitales?
OA: En el caso de las mujeres, al ellas apretarse los muslos sin tener que tocarse el clítoris, pueden llegar al orgasmo. Hay personas que al tocarse una parte específica del cuerpo llegan a estimularse hasta conseguir el clímax o cierto grado de placer.
BV: Adentrándonos más en el tema y hablando sobre los hombres, ¿cuáles son las razones que los motivan a masturbarse?
OA: En los hombres la demanda sexual es mayor que en las mujeres, debido a la cantidad de hormonas que ellos tienen. Como es una técnica propia y natural de satisfacción personal, y además es privada, legal y gratis, los hombres logran satisfacer esta necesidad biológica a través de ese proceso. Esto, sin implicar una segunda persona, ya sea porque no la tienen al alcance, no se atreven o porque tienen problemas con su pareja.
BV: ¿A qué edad comienza este periodo masturbatorio?
OA: Las estadísticas dicen que viene desde que se es niño. En algunos estudios se ha establecido que se empieza a los diez años. Luego en la adolescencia y después en la adultez. Pero resulta interesante que las investigaciones reflejan que los hombres adultos promedio, menores de 35 años, se masturban unas 70 veces al año y los mayores de 35, unas 33. Es decir, que en la adolescencia, ellos lo ven como un sentido de placer que tienen y lo utilizan más para conocerse en términos sexuales.
BV: ¿Podemos decir que es un proceso de autoconocimiento?
OA: Definitivamente. Es aprender a conocer su cuerpo y hasta dónde llega su erotismo. Hablan de que a quien se masturba en sus años de juventud, se le facilita el coito cuando es adulto y se casa, en comparación con aquel que nunca lo ha practicado. Esto es una práctica normal, duélale a quien le duela.
BV: ¿En qué lugares suelen masturbarse con más frecuencia?
OA: La historia y las estadísticas dicen que es en el baño de la casa y en la habitación, cuando están a solas en la noche.
BV: ¿Cuál es la diferencia, en términos porcentuales, de hombres que se masturban versus mujeres?
OA: Se ha establecido que el 95 por ciento de la población masculina se masturba. En términos de mujeres, antes no se pensaba que ellas lo tenían que hacer. Pero hoy día, se ha establecido un por ciento bastante alto, que lo hace porque entiende que tiene el derecho, más aun con la incidencia de enfermedades de transmisión sexual. Cerca de un 85 por ciento de las mujeres de hoy día (de las modernas) se masturba. Las que no lo hacen, digamos que son las de 50 años para arriba, son de otra generación.
BV: Antes dijimos que esta técnica es común tanto en niños como en mujeres. Pero, ¿por qué se vincula más con los hombres?
OA: Porque es lo que la historia ha reportado. A las mujeres se les tenía como una prohibición, de que eso era sólo para los hombres. Pero, hoy día se reconoce como un derecho que ellas tienen. Antes se la perdieron por tabúes, pero ahora están más abiertas a la información y a la educación sexual, y más conscientes de sus necesidades.
BV: ¿Cuáles son las ventajas en las que redunda esta práctica para los hombres?
OA: Es un aspecto saludable dentro de la sexualidad, ya que les mantiene en funcionamiento los reflejos de la eyaculación y la erección. También se sienten más independientes, sexualmente hablando, y mejor preparados, porque se conocen y saben lo que sienten para relaciones posteriores que vayan a tener.
BV: ¿Y las desventajas?
OA: La única que yo veo es cuando se exceden; es decir, que dependen únicamente del proceso masturbatorio para la satisfacción sexual. Por ejemplo: cuando son personas hipersexuales, que tienen pocos objetivos en la vida, que no tienen inquietudes culturales, o muy dados al machismo tienden a alardear de mujeres y, por ende, a experimentar este proceso de forma continua.
BV: Entonces, ¿cuándo llega a convertirse en una adicción?
OA: Cuando se ve afectado su funcionamiento normal por tener que hacer uso de la masturbación. Si está en el trabajo se va al baño o falta al empleo, o se masturba en la misma área de trabajo... Cuando es tan repetido que la persona no tiene control, ahí existe un problema y tiene que buscar ayuda profesional.
BV: ¿Qué profesionales de la salud están capacitados para tratar esta adiccón?
OA: El terapista sexual es la persona indicada, porque ha sido adiestrado y es conocedor de todo lo que tiene que ver con la conducta sexual. En Puerto Rico, no son muchos los que hay. Algunos se hacen llamar sexólogos, y hay sicólogos que hablan de sexualidad sin tener el adiestramiento, que es lo que se está dando mucho en radio y televisión. Eso nos preocupa sobremanera.
BV: ¿Es lo mismo un sexólogo que un terapista sexual?
OA: Ampliamente, sí es lo mismo, porque un sexólogo tiene que tener doctorado. Lo que sucede es que hay doctores que se dedican a la investigación, a la enseñanza y no a la terapia directa del paciente. El sexólogo, que es doctor en medicina y que es sicólogo clínico, es la persona preparada para trabajar con disfunciones sexuales y conductas inadecuadas. Lo otro que existe son consejeros sexuales, pero no pueden tratar disfunciones. Ellos dan consejería y refieren el paciente al terapista.
BV: ¿Cuál es el vínculo entre la masturbación y la pornografía?
OA: La pornografía es un área que la utilizan mucho los adictos sexuales para poder estimularse. Estas personas casi siempre están carentes de afecto y atenciones. Entonces, se han acostumbrado desde la adolescencia a ver revistas pornográficas para aumentar su estimulación. El problema es que no crean conciencia del maquillaje que hay detrás de las fotografías y las películas, y cuando tratan de encontrar una pareja en la vida real, se sienten frustrados porque no es lo que ellos están acostumbrados a ver. Entonces prefieren volver a las revistas, las fotos y las películas.
BV: Y ahora, con los avances tecnológicos que se han dado a través de la Internet y el llamado cibersexo, ¿cómo se trabaja con esta situación?
OA: Esto es algo nuevo que está trayendo muchos problemas en la pareja. Hay que trabajar con la persona en términos de concienciación, del porqué está haciendo esto y del daño que le hace; qué logra con esto. Si la persona tiene pareja, hay que darle ayuda a los dos, porque la mujer resiente cuando el marido está largas horas en la computadora y se pregunta si esa infidelidad es válida, aunque sea a través de la tecnolgía.
BV: Diría usted que, comparando la masturbación y la pornografía, versus el cibersexo, ¿esta última puede llegar a ser más adictiva?
OA: Recuerda que la pornografía viene también a través de esta tecnología. Y la pueden usar de esta forma por igual, ya que hay mujeres en programas específicos que dan la oportunidad de que los hombres se masturben al otro lado de la pantalla. Ambas situaciones son bastante rigurosas y fuertes. Todo tiene que ver con la frecuencia que se hace y los resultados, y cuánto problema trae la situación. Cada caso hay que verlo en su justa perspectiva.
BV: Y, en términos de pareja, ¿es saludable la masturbación durante el acto sexual?
OA: Sí lo es, y eso se llama masturbación mutua. La pareja la utiliza para facilitar el camino hacia el coito y para estimular y preparar a la mujer para la penetración, ya que le mantiene el área lubricada. De igual forma, la mujer puede masturbar a su hombre, para facilitar el viaje coital.
BV: Resumiendo, ¿cuáles son los aspectos positivos que provee la masturbación?
OA: Nos permite aprender del propio erotismo. Aprendemos a valorar nuestros genitales y a disfrutar de nuestra propia excitación. Mantiene el sistema en función, lubricado y con buena congestión pélvica. Promueve el buen estado de los reflejos en la eyaculación y la erección, y te ayuda a ser independiente en el aspecto sexual. La persona amplía su repertorio sexual, ya que se abandona a su propio placer. Logra amarse, autocomplacerse y soltarse física, mental y emocionalmente. Se relaja y alivia tensiones sexuales, fisiológicas y sicológicas. Y, por último, que es la que más me gusta, es legal, no engorda, es segura y siempre puedes recurrir a ella.